jueves, 31 de marzo de 2011

Las Palmas - Madrid - Buenos Aires

Llanto. 12 horas. Nervios. Cansancio. Aduana. Controles humanos. Una tenue luz invade la mañana. Un taxista simpático al que no entiendo. San Telmo: Dorrego y su algarabía. Escenas costumbristas. Tangos y milanesas, turistas y antigüedades. Helados de frutilla, que no de fresa; de ananás, que no de piña. Mafaldas y más mafaldas. Almacén don Manolo.

Inseguridad, ¿comparado con qué? Pobreza, ¿comparado con quiénes? Suciedad: depende dónde y cómo mires.

La casa de Cristina. La Plaza de Mayo con sus madres, abuelas y miradas esperanzadoras. Día de la Memoria histórica. Plácido Domingo en el Obelisco. El compromiso político que no duerme. ¿Sabe usted dónde está su hijo en este momento? Carteles propagandísticos. Elecciones en octubre.

Florida y sus tiendas y hormigas que la transitan. Colectivos, subte de colorines: ¿tienes monedas? Desorden, ruido; movimiento, todos moviéndonos; si paras, pierdes. Brasileños, colombianos, italianos, franceses, gallegos: Torre de Babel. Te propongo un juego: sal de casa muda y sin mapa. Perdida en el desierto del Sáhara.

Avenida Corrientes: ¡Ah, el teatro! Más respeto que soy tu madre. Todos eran mis hijos. Bernarda Alba al desnudo. Julieta y Julieta. ¡Pará, fanático!

Buenos Aires empapada de luz, cultura: miles de millones de librerías, cafés, actividades, música. Buenos Aires y su “ché” y su “boludo”. Borges, Cortázar, Pizarnik. Buenos Aires la feroz y la amable. La ciudad de la furia.

Buenos Aires es más: es esto y lo otro, el resto… y todo lo demás.

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