Pelos, pelos, pelos. Pelos por todas partes. Enredados, maltratados, arrancados. Brillantes, cuidados, cepillados. Pelos que se caen, silenciosos, que tropiezan con la ropa y se deslizan por tu piel.
lunes, 30 de junio de 2014
viernes, 20 de junio de 2014
Rancio
Toda la ciudad comenzó a oler a rancio: ya conocíamos la fragancia, pero siempre habíamos tratado de disimularla con perfumes franceses. Olía, también, a un ligero aroma a mierda de caballo, mierda que la plebe usamos como abono de nuestras vidas (para que crezcan anestesiadas y obnubiladas).
sábado, 7 de junio de 2014
Una uña rota
Me corté una uña –exactamente la uña del dedo pulgar de la mano izquierda-, no porque estuviera larga y quisiera cortarle su rebeldía; se trató simplemente de un accidente doméstico: estaba pensando en ti.
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