martes, 15 de enero de 2013

Habría muerto por amor…

Es de noche. Afuera hace frío. Afuera la perra juega con un hueso. Escucho el sonido del hueso dar contra el suelo: un golpeo juguetón no acompasado. Abro la ventana. Siento el frío en mi cara. Me gusta ese contraste. La perra me mira y sigue con su actividad. Habría muerto por amor.