martes, 20 de noviembre de 2012

Pingüino, ¿se nace o se hace?

BR&RC ©
Ser pingüino en estos días no es cuestión baladí. Yo, sin ir más lejos, nací capulla, con gran alegría para mis padres, que esperaban que de aquel vistoso capullo surgiera una esplendorosa mariposa. Pero no, de aquel capullo no salió nada esplendoroso, muy al contrario, brotó una masa sin forma, sexo, ni condición; una página en blanco con ganas de ser escrita y borroneada.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Corazón mecánico

Se dieron cuenta de que le faltaba un corazón, así que le instalaron uno mecánico. Funcionaba con pilas -de las pequeñitas-, pero nunca supe qué pasaba cuando se gastaban (tampoco me interesó el proceso de recambio). Iba a control remoto: a mil revoluciones se tiraba en parapente, a cero revoluciones se agarraba a la cama. A veces me hacía dueña del control y yo iba manejando la aguja de las revoluciones a mi antojo; otras veces –las que más-, enterraba el infernal aparato en el fondo del mar.

domingo, 4 de noviembre de 2012

El aleteo de una mariposa

Enfermé cuando dejé de soñar, cuando los sueños se convirtieron en gaviotas de una playa de invierno. Enfermé cuando dejé de creerme invencible, cuando las boberías de adolescente quedaron atrás. Cuando el aire empezó a escasear, la opresión en el pecho me impidió hablar y fue entonces cuando comencé a balbucear ideas ininteligibles.