“…antes que el tiempo airado / cubra de nieve la hermosa cumbre…”
Soneto XXIII, Garcilaso de la Vega
Cuando se me caiga la baba, no te recuerde y el pulso tiemble, no lo dudes, pégame un tiro en la cabeza (elige el lado que más te guste). Y si te entra el temblor, puedes asfixiarme con una almohada mientras duerma, clavarme un puñal en el corazón o cortarme el cuello de un tajo (procura no ponerlo todo perdido).