sábado, 24 de diciembre de 2011

El cielo varsoviano

Castillo Real de Varsovia
Comenzaron a caer los primeros copos de nieve. Yo los veía balancearse sinuosos entre el cálido cielo varsoviano. Agarramos nuestros abrigos, bajamos a la calle y, de manera autómata, comenzamos a bailar una suerte de vals. A la mañana siguiente, con la luz del sol, vi la situación mejor y no me gustaba: el blanco se había mezclado con el hollín de los coches.

martes, 20 de diciembre de 2011

De gallinas y alturas

En mi familia todos padecemos de tranquilidad; cada uno va a lo suyo y todos con una tarea asignada. Mi padre vigila que las gallinas pongan sus huevos en los turnos asignados, mi hermano acaricia las letras del teclado del ordenador, mi madre trabaja en un psiquiátrico para poder entendernos y yo me dedico a embeber magdalenas en una taza de té.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Un griego, una alemana, un francés, un italiano y ¿un español?

http://patriciootniel.blogspot.com/2010/11/personajes-europa.html
Conseguimos escapar de la angustia sideral que nos tenía atrapados girando sobre nuestro propio eje alrededor del planeta ibérico. Llegamos a Andorra, donde alquilamos una limusina negra con cristales tintados. Tras Los Pirineos, nuestras orejas palparon alguna chansón infantil y nuestros ojos auscultaron a un arlequín rojoazulblanco sobre unos zancos. El bufón, desde sus alturas, bufoneaba a la multitud discursos sobre el mal y el bien, leyes migratorias, modelos devenidas en cantantes-primeras damas, ricos y pobres, euros y francos. La multitud allí presente gritaba enloquecida, aclamaba a su bufón, quería escuchar más chansón.

Miré a mi acompañante: "Sí, es un buen candidato para nuestra misión". Ignoramos al populacho y, con un golpe certero, conseguimos derribarlo y hacerle bajar de su pedestal. Lo metimos en el coche: no opuso resistencia, aunque, eso sí, pidió llevar sus zancos. El pueblo no se inmutó, solo se dispersó a nuestro paso.

domingo, 30 de octubre de 2011

Zona de confort

Las palabras llegan, igual que las ideas; las imágenes planeando, sobrevolando el horizonte mental. Miles de sílabas apelotonadas queriendo salir de este hemisferio ártico a través de estos torpes miembros digitales. Y la emoción, el titilar, de sentarnos todos –los miembros torpes y yo- ante la página en blanco e idear una estructura, de configurar una imagen de letras sobre el papel, de sacar lo de adentro pa’fuera y quedarnos vacíos y sin rumbo, pero menos pesados y más ágiles para iniciar vuelo.

Toda la información te conmueve, todo es digno de ser escrito, de no ser baladí, ni siquiera una risa irrisoria que te haga mover las comisuras. Todo se mueve a tu alrededor y existe un punto de vista que nadie ha visto –o al menos eso crees tú-. Te conmueves. Te conmueven todos esos datos llegando hacia ti, como ejércitos del aire que van aterrizando en tu cumbre, donde organizan una reunión para valorar quien tiene cabida y quién no. Al final todos entran, sin filtro alguno.


miércoles, 19 de octubre de 2011

De moratones y rutinas

Todo empezó una mañana estival. Me desperté rara, sin fluidez mental, extraña a mi cuerpo, como siempre. Fui a la cocina y puse a calentar el agua para el té, intervalo de tiempo que aprovecho para ir al baño y hacer el primer pis del día. Me miro en el espejo, no me reconozco; me recojo el pelo en una coleta irregular: sigo sin reconocerme, pero me doy cuenta de que una teta luce fuera de la camiseta de tirantes roñosa reconvertida en pijama espontáneo. Me sigo observando atentamente y decido postergar el lavado de cara para después del desayuno. Creo que me gusta esta sensación de no sentirme reconocida.

Rojo, hoy té rojo. ¿Tostadas? Demasiada pereza. ¿Pero no había decidido empezar una vida más sana? Venga, vale. Pan con aceite, tomate y jamón. Enciendo la tele: opinadores que desopinan, circos en las cloacas. Cheers nunca dejará de ser la mejor opción, pero la versión americana, obvio. En un descuido de la inconsciencia, reparo en mi pantaloncito de Mafalda, tan alegre y tierno como quisiera ser yo. Y siguiendo por la zona, me detengo en las imperfecciones cutáneas de los muslos. Lo de siempre, aunque ahora lo nuevo son dos moratones salvajes. ¿Qué hice anoche?

viernes, 7 de octubre de 2011

Estrella distante

¿Qué estrella cae sin que nadie la vea?
William Faulkner

Ahora, cada vez que miro el cielo y un avión –o avioneta- sobrevuela la inmensidad, me acuerdo de Carlos Wieder y me quedo esperando un verso que inunde el clarito cielo azul, una línea de humo que me haga imaginar poesía en el aire. "La muerte es amor".

Continúo paciente soñando por un rastro de ritmos y puntos de luz que abran el túnel, para luego cerrarlo y humillarnos a la más luminosa obscuridad. Una visión fractal esponjosa como nube de colores pasteles. "La muerte es crecimiento".


domingo, 4 de septiembre de 2011

Oscilaciones

Se dirigían hacia mí como conductores kamikazes, pero despacio y con algún fallo en la maquinaria: todos renqueaban, oscilando ingrávidamente sobre la parte derecha de sus cuerpos, algo parecido a una cojera, pero ni soy coja ni especialista en cojeras de esa índole para describir tal malformación de la naturaleza.

Venían del final de la calle, como en un túnel oscuro, pero sin luz salvadora. Y yo caminaba por la acera, a contracorriente, dirigiéndome hacia su origen.

No paraban de venir, de cruzarse como zombis, oscilando sobre la derecha…

sábado, 20 de agosto de 2011

Todo piantado es cronopio

"La diferencia entre un loco y un piantado está en que el loco tiende a creerse cuerdo mientras que el piantado, sin reflexionar sistemáticamente en la cosa, siente que los cuerdos son demasiado almácigo simétrico y reloj suizo, el dos después del uno y antes del tres, con lo cual sin abrir juicio, porque un piantado no es nunca un bien pensante o una buena conciencia o un juez de turno, ese sujeto continúa su camino por abajo de la vereda y más bien a contrapelo, y así sucede que mientras todo el mundo frena el auto cuando ve la luz roja, él aprieta el acelerador y Dios te libre.

Para entender a un loco conviene ser psiquiatra, aunque nunca alcanza; para entender a un piantado basta con el sentido del humor. Todo piantado es cronopio, es decir que el humor reemplaza gran parte de esas facultades mentales que hacen el orgullo de un prof o un doc, cuya sola salida en caso de que les fallen es la locura, mientras que ser piantado no es ninguna salida sino una llegada."

"Del gesto que consiste en ponerse el dedo índice en la sien y moverlo como quien atornilla y destornilla", Julio Cortázar

domingo, 7 de agosto de 2011

El regreso

Buenos Aires quedó atrás: las avenidas con rumbo al cielo, el trasiego de hormigas en el mar de ruidos y prisas, los taxistas que cambiaban mi cara por un euro; los alfajores que endulzaban el frío invierno, la inmensidad del cielo cristalino porteño. Dejo atrás el chamuyismo, la palabra sin fin, el piropo lascivo.

Abandono a su suerte la ira con los colectivos, el desorden hiriente, la contaminación acústica y ambiental. Dejo atrás el olor a libro usado, las cafeterías literarias, la pequeña Broadway, la conversación ilustrada. El helado en Mafalda, los domingos en San Telmo, los paseos por Puerto Madero. Echaré de menos las risas brasileñas, colombianas, mejicanas; ¡respirar el mismo aire que tantos escritores! Alguna Casa tomada, Juan Pablo Castel y su obsesión en la Plaza San Martín.

sábado, 23 de julio de 2011

Viaje al interior argentino (Mendoza-San Juan-Valle de la Luna)

El suave viento zonda no nos espera: ya pasó, ya nos piantó la chapita. San Juan se dibuja como un pueblo veraniego del interior de algún país, de un país lejos de las palpitaciones extremas de la ciudad. Un aire seco, cálido, con sabor a tierra árida. Con sigilo, nos transformamos en habitantes de la humanidad y nos dirigimos sin vacilación en busca de la Luna y su valle perdido. Cráteres y boliches, gatos y hongos, dinosaurios hambrientos y un submarino no amarillo en el que recorremos 200 millones de años. Una cabaña –que no caballa- en el Valle Fértil que alivie nuestra carencia de sabiduría pueblerina. Empanada y vino sanjuanino que acompañen la noche que no acaba.

Volvemos a la ciudad de Sarmiento, con sus submarinos –esta vez de chocolate- y sus medialunas, sus movimientos que evocan al 44 y su piedra de mármol. El rugir de las manecillas del reloj de la torre nos mantiene alerta. Un sol resplandeciente que alivia este cruel frío, este cruel baño de temperaturas inhumanas. La cama: el refugio y la búsqueda de calor encontrado.

La Plaza de la Independencia estructura Mendoza en un régimen positivista: cuatro plazas, un milimétrico cuadrado que nos hace movernos como piezas de un tablero de damas. Si miras lejos, frunciendo el ceño, en un día claro, verás –o imaginarás- Los Andes; absorberás todo ese aire puro y te irás con una sonrisa estúpida, una sonrisa de soslayo que no te dejará olvidar la sensación del interior argentino.

lunes, 18 de julio de 2011

La Argentinidad al Palo

La calle más larga,
el río más ancho,
las minas más lindas del mundo...
El dulce de leche,
el gran colectivo,
alpargatas, soda y alfajores...
Las huellas digitales,
los dibujos animados,
las jeringas descartables,
la birome...
La transfusión sanguínea,
el seis a cero a perú,
y muchas otras cosas más...

La argentinidad al palo...
la argentinidad al palo...

lunes, 11 de julio de 2011

“…bajo el ala aleve del leve abanico”

Este es el país de las últimas cosas –escribía ella- desaparecen una a una y no vuelven nunca más. Estas son las últimas cosas –repetía ella, mirando fijamente la estantería. No hay leche ni lechuga ni tampoco channel número 8, seguía repitiendo ella, como un disco rayado, un disco que no para, que se ha quedado petrificado en el fonema /ch/: leche, lechuga, channel. Tampoco hay chimichurri ni pan de chapata ni chorizo que echar a las chentejas (quiso decir lentejas pero no le quedaba bien fonéticamente). Prosigue ella en su inocente, pero acertada aliteración: “Ama tu ritmo y ritma tus acciones”. No hay dolor ni calor ni pasión. Una rima fácil, consonante.

En esta casa, mi país, van desapareciendo las cosas, una a una: lo mismo desaparece una rata que un clavel rojo, o una gaviota sobre un fondo azul.

Ya no hay colonia de nene, que atemple el frío templo, porque tampoco hay nene que berree en la clara noche. Lo mismo desaparecen las ideas, los valores, ¿los sentimientos? No hay rima para estas pequeñas cosas, pero sí sabe que dignidad rima con coraje.

sábado, 9 de julio de 2011

¿Qué se escucha en un boliche argentino?

La respuesta es muy sencilla: reggaetón, reggaetón, cumbia, reggaetón, cumbia de nuevo; de repente escuchas algunos acordes de rock -Soda, quizá Queen- y sí, puede serlo, pero la canción será una versión desde una perspectiva... CUMBIA!!!! Y ya para finalizar…Xuxa, sí, sí, esa cantante, modelo, actriz, presentadora brasileña que conquistó los corazones de los niños de medio mundo!

Primero un poco de la tierra de la samba, pero no es samba...


Luego algo de…algo raro, cumbia villera


Y cuando ya no distingues una cumbia de otra, llega Xuxa!!!!

viernes, 8 de julio de 2011

El paso por la escuela

Un joven delgado, frágil, de 16 años, atraviesa la puerta de su instituto de secundaria, mira cabizbajo, no saluda. Siente las miradas y los susurros. “Puto” es lo más dulce que escucha. Llega a su mesa, siguen los comentarios homofóbicos. Entra el profesor, los escucha, no dice nada y pide silencio a la clase. El joven, un estudiante modelo, no se queja, intenta hacer oídos sordos: “Ya pasará”, se dice. Sólo habla del tema con sus amigos del chat, al que se conecta cada noche, encerrado en su cuarto. Su madre lo nota raro, no me pregunta, “cosas de chicos”, piensa. Así, día tras días. Espejo de la situación que viven diariamente muchos jóvenes homosexuales en las escuelas.

Poliedros

Cruzaré Europa
llegaré a Buenos Aires
y seguirá…
         el palpitar.

jueves, 16 de junio de 2011

De chivitos, gabrieles y ritas (Colonia y Montevideo)

Un bucle de ceniza nos absorbe. Un barco zarpa y atraviesa el Río de La Plata. Un barco arriba a la ciudad de las lentas pulsaciones. Avenida 18 de julio, una tarjeta extraviada, viajeros y mezclas ¿culturales? Santa Rita rita rita, lo que nos das… déjanos para siempre esta sinuosa bajada al lugar donde los barcos duermen y el río acampa.

El atardecer se despliega tras San Gabriel, escondiendo la ciudad de la furia. Un silencio bien dispuesto nos hace enamorarnos. Sólo sensaciones ante el estallido del sol contra el agua; porque ya no es río, es agua que nos recorre los sentidos.

Carnaval, candombe, librerías, chivitos y más chivitos. Medio y medio de paseo por el mercado del puerto. Benedetti nos susurra, Sabalero nos conquista. Un bandoneón nos mece entre bohemia y vino. Candados de amor (y desamor), Plaza Independencia y una clave de sol. Una niña que grita y me devuelve la vida. Plaza de la Constitución y Lucas, el pibe que hablaba de euros. Facultad de Arquitectura y las ganas de coger un lápiz. Una, dos, Tres Cruces que señalan el regreso a la ciudad de las pulsaciones.




Nota: Queda, queda y queda; esta manada quedará!

lunes, 6 de junio de 2011

Instrucciones para convertir una palabra en neutra (o cómo el orden sí altera el resultado)

Una palabra no puede ser mala, ni tampoco buena; lo mismo que una bomba en el centro del corazón. Pero si se enciende la mecha o se acciona la palanca, ni el latir más inmortal lo resistiría. El mismo resultado obtenemos con las palabras: si gritamos AMOR, así, en mayúscula, sólo podremos esbozar una sonrisa; pero si unimos a este sustantivo el adjetivo “triste”, la cosa cambia, aunque no es lo mismo “un amor triste” que “un triste amor”. Vemos que el orden de las palabras sí altera el resultado.

Entonces tenemos un corazón, una bomba, un triste amor triste y palabras que quieren ser neutras, pero que no lo consiguen.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Brasil, meu Brasil!

La garoa nos recibe, esa suave llovizna nos indica que estamos en Sao Paulo, nuestra puerta a Brasil, el país que nunca duerme, el país de la feijoada y la farofa, el país donde la gente no baile samba, sino que la alegría la lleva en el cuerpo.

Sao Paulo y sus amplias avenidas, su circuito financiero y su barrio chino que nos descontextualiza. Padre Anchieta, canario de pura cepa, fundador de la ciudad, nos señala el pasado colonial. Dilma y Lula paseando de la mano por las favelas.

Reír, comer, beber, para luego volver a reír y caer en Belo Horizonte. Ya el nombre indica su belleza, pero no señala el carácter amable de sus gentes, la hospitalidad sin límites, la sonrisa eterna.

El mercado con sus frutas de colorines jamás imaginadas, agua de coco para refrescar. Cachaza y brigadero para alimentar el alma; pan de queso, pastel de camarones.

No se mira el calendario, porque aquí todos los días son feriados y no hacen falta excusas para celebrar, para recibir a los amigos con un abrazo de hermano.

Imágenes del viaje a Brasil

lunes, 16 de mayo de 2011

El orden masculino

"El orden social masculino está tan profundamente arraigado que no requiere de justificación (...): es tomado como "natural" gracias al acuerdo "casi perfecto e inmediato" que obtiene de, por un lado, estructuras sociales como la organización social de espacio y tiempo y la division sexual del trabajo, y por otro lado, de estructuras cognitivas inscritas en los cuerpos y en las mentes. Estas estructuras cognitivas se inscriben mediante el mecanismo básico y universal de la oposición binaria"


Habrá que empezar a "desnaturalizar": mostrar que no es "natural" la subordinación femenina, como tampoco lo son la heterosexualidad ni otras prácticas. No se trata de plantear un modelo andrógino, sino de que la diferencia no se traduzca en desigualdad.

jueves, 12 de mayo de 2011

72 almas vagan

72 palabras:

Miseria. Desempleo. Decisión. Migración. Familia. Miedo. Ahorritos. Llantos. Escribes.

Caminata. Enganchador. Dinero. Rebaja. Más. Acuerdo. Veredas. Escondites. Sumisión. Esperanza.

Selva. Frontera. Quietos. Peligro. Uniformados. Pásenle. ¿Cómo? Suerte. Gracias. Risas.

Atención. Inmovilidad. Tren. Córrele. Bríncale. Tropezón. ¡Pendejo! Caída. Mutilación. Borbotón. ¡Ayúdenme! Nadie. Vías. Soledad. Viento. Lento. Pájaros. Sol. Luna. Desmayo. Muerte.

Bájense. Síganme. Bodega. Esperen.

Extraños. Armas. Acostar. Acomodar. Maniatar. Preparar. Apuntar. Pavor. Gritar. Disparar. Matar. Abandonar.

Encontrados. Ordenados. Inertes. Espanto. Vergüenza. México.

Autor: Alfonso López Collada, periodista mejicano

El 25 de agosto de 2010 se encontraron 72 cadáveres de inmigrantes en un rancho mejicano. La siguiente web es un homenaje a ellos, un altar: 72migrantes.com

domingo, 8 de mayo de 2011

En los sueños la vida fue tan real

Me alquilo para soñar o para “des soñar”, que es lo mismo, pero al revés. Te alquilo esta cabeza –a veces hueca- para que camines por ella, no es mucho lo que te ofrezco, sólo unas tontas ideas la pueblan: un mundo mejor y esas boberías de adolescentes. Alquilo un cuarto en un motel para soñar que soy la estrella de una road movie. Me despierto con un intenso dolor de cabeza (¿resaca? ¿guayaba? ¿cruda?), miro hacia la ventana por donde un rayo de luz se cuela; lo persigo y veo que se estrella contra el culo desnudo de una joven situada aquí, a mi derecha. Demasiada cachaça y líneas blancas en el espejo la noche anterior. Con sigilo me levanto de su lado, me visto y salgo por la puerta. “Shss, shss”. Alguien me llama. “Aquí las cuentas se pagan”, me espeta una voz tosca. “Sí, sí, perdone mi imprudencia. ¿Dólares?”. “No, preferimos reales”. ¡Ajá!, ato cabos: entonces estoy en Brasil y la chica del culo al aire era bailarina de samba. Pero, ¿aprendí yo a bailar samba?

sábado, 30 de abril de 2011

La loca de mierda


¡Porque todas llevamos una loca de mierda en nuestro interior!

Más info:

lunes, 25 de abril de 2011

Buenos Aires, capital mundial del libro 2011

A la ciudad, que ya respira intelectualidad por todas partes (multitud de librerías, tiendas de segunda mano, editoriales independientes, bohemia, cultura y más cultura), se le ha sumado la Feria Internacional del Libro (20 de abril – 9 de mayo). Espectáculos, talleres, presentaciones de libros, cursos, actividades infantiles, polémica de Vargas Llosa. Pero eché de menos algo: las librerías pequeñitas, los libros antiguos, las ediciones lindas que hacen temblar tu cartera.

Brasil, meu brasil!


Próxima parada: Sao Paulo y Belo Horizonte!

Muito Beijos***

miércoles, 20 de abril de 2011

De colectivos y monedas

Tomar –que no "coger"- un colectivo (guagua/autobús) argentino es toda una aventura. Primero, debemos averiguar en cuál subirnos entre miles y miles, y luego mandarlo a parar; esta última acción requiere de destreza visual (asegurarte que es tu número a lo lejos), para poder levantar la mano a tiempo, salirte al medio de la carretera y que de esta manera nuestro querido conductor pueda vernos y parar, si le viene bien y lo pillas con el día bueno. A veces no paran –no he sabido aún por qué- y cuando paran se te ilumina la cara: eres tú el elegido, has salido a la carretera, no han pasado por encima de tu cuerpo serrano y te han PARADO.

Tristes guerras

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

Miguel Hernández

domingo, 10 de abril de 2011

San Telmo, o la ruptura espacio-temporal

Llueve sol como miel. San Telmo, una de la tarde de un domingo. Mi primer domingo en éste que poco a poco se está convirtiendo en mi barrio. Miro el destartalado empedrado y recuerdo la plaza de San Telmo, en Las Palmas de Gran Canaria; la plaza que abre paso a la Estación de guaguas y que mira a la Avenida marítima, al Océano Atlántico, ese mismo Océano que baña las costas argentinas. San Pedro Telmo, patrón de los marineros, o eso al menos quiero creer yo.

jueves, 31 de marzo de 2011

Las Palmas - Madrid - Buenos Aires

Llanto. 12 horas. Nervios. Cansancio. Aduana. Controles humanos. Una tenue luz invade la mañana. Un taxista simpático al que no entiendo. San Telmo: Dorrego y su algarabía. Escenas costumbristas. Tangos y milanesas, turistas y antigüedades. Helados de frutilla, que no de fresa; de ananás, que no de piña. Mafaldas y más mafaldas. Almacén don Manolo.

Inseguridad, ¿comparado con qué? Pobreza, ¿comparado con quiénes? Suciedad: depende dónde y cómo mires.

La casa de Cristina. La Plaza de Mayo con sus madres, abuelas y miradas esperanzadoras. Día de la Memoria histórica. Plácido Domingo en el Obelisco. El compromiso político que no duerme. ¿Sabe usted dónde está su hijo en este momento? Carteles propagandísticos. Elecciones en octubre.

Florida y sus tiendas y hormigas que la transitan. Colectivos, subte de colorines: ¿tienes monedas? Desorden, ruido; movimiento, todos moviéndonos; si paras, pierdes. Brasileños, colombianos, italianos, franceses, gallegos: Torre de Babel. Te propongo un juego: sal de casa muda y sin mapa. Perdida en el desierto del Sáhara.

Avenida Corrientes: ¡Ah, el teatro! Más respeto que soy tu madre. Todos eran mis hijos. Bernarda Alba al desnudo. Julieta y Julieta. ¡Pará, fanático!

Buenos Aires empapada de luz, cultura: miles de millones de librerías, cafés, actividades, música. Buenos Aires y su “ché” y su “boludo”. Borges, Cortázar, Pizarnik. Buenos Aires la feroz y la amable. La ciudad de la furia.

Buenos Aires es más: es esto y lo otro, el resto… y todo lo demás.

miércoles, 2 de marzo de 2011

El gaucho

Hijo de algún confín de la llanura
abierta, elemental, casi secreta,
tiraba el firme lazo que sujeta
al firme toro de cerviz oscura.

Se batió con el indio y con el godo,
murió en reyertas de baraja y taba;
dio su vida a la patria, que ignoraba,
y así perdiendo, fue perdiendo todo.

Hoy es polvo de tiempo y de planeta;
nombres no quedan, pero el nombre dura.
Fue tantos otros y hoy es una quieta
pieza que mueve la literatura.

Fue el matrero, el sargento y la partida.
Fue el que cruzó la heroica cordillera.
Fue soldado de Urquiza o de Rivera,
lo mismo da. Fue el que mató a Laprida.

Dios le queda lejos. Profesaron
la antigua fe del hierro y del coraje,
que no consiente súplicas ni gaje.
Por esa fe murieron y mataron.

En los azares de la montonera
murió por el color de una divisa;
fue el que no pidió nada, ni siquiera
la gloria, que estrépito y ceniza.

Fue el hombre gris que, oscuro en la pausada
penumbra del galpón, sueña y matea,
mientras en el Oriente ya clarea
la luz de la desierta madrugada.

Nunca dijo: Soy gaucho. Fue su suerte
no imaginar la suerte de los otros.
No menos ignorante que nosotros,
no menos solitario, entró en la muerte.

Jorge Luis Borges

martes, 1 de marzo de 2011