jueves, 19 de abril de 2012

III Guerra Mundial

Elvis Pelvis: él sí que lo tenía claro
Ya llegó, ya está aquí. La III Guerra Mundial ha comenzado sin darnos cuenta; de puntillas, apenas rozando el suelo, se ha infiltrado en nuestras vidas, en nuestra casa, en nuestra cama y hasta en nuestro bocadillo de salchichón.


Las pistolas siguen apuntando a la sien, pero ahora las balas resplandecientes son palabras sinsentido que taladran el cerebro. Nos hablan como a idiotas, como a ganado, y seguimos en el alpendre rumiando alfalfa. Crean cortinas de humo: qué bien ha venido el viaje a Botsuana y lo de Repsol para quitar titulares a los 10.000 millones menos en Educación y Sanidad. Así que ya sabe, ni se le ocurra pillar una tonta gripe que es probable que usted ni yo podamos pagar los medicamentos.

Han sacado a la calle los dóberman, las pelotas de goma, la prohibición de convocar manifestaciones y pronto, mañana mismo, el toque de queda y la ley de vagos y maleantes. Esta guerra en la que nos encontramos inmersos está teñida de color verde, no de rojo sangre. Ya se sabe que el mundo lo mueve el dinero y el sexo, así que vamos a darle más a la pelvis que del verde ya se encargan los “inversores samaritanos” que prestan uno y reciben tres.

Y da igual en este país violento pasivo el gobierno de turno que haya, rendimos pleitesía a la señora Merkel I de Alemania, II de España y III de Europa. ¿Se acuerdan que uno de los objetivos de la creación de la ONU era el de aplacar el poder alemán?

Todo este circo me recuerda a una frase que mi madre siempre me decía cuando íbamos a la playa los domingos (primos, tíos y tortilla incluidos): “Como te ahogues, te mato”.

2 comentarios:

  1. Como decían en Galdiator: "Soy padre de unos hijos sin opción a estudios, marido de una mujer periodista, pero en esta vida o en la otra pagaré mi hipoteca" Alvaro Gonzalez (sevilla)

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  2. ¿Hipoteca? a ti solo se te ocurre y encima arrejuntarte con una periodista...querido amigo, las cosas están feas y cada vez más feas y grises. Menos mal que nuestro estimado rey ha vuelto a cumplir con su agenda...

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