miércoles, 10 de febrero de 2016

Mi casa tomada

Cada vez que supero el obstáculo de tres pisos sin ascensor y llego al último escalón, con la llave en la mano agonizando en el desierto, imagino que abro la puerta y me encuentro con una cucaracha gigante, un tipo con cara de malote con ganas de hacerme cosas malas o una familia burguesa toqueteando mis discos de vinilo y bebiendo mi vino barato del súper.

Imagino esta tres simulaciones/situaciones/paranoias todas juntas o por separado, incluso ocupando cada una de ellas un cuarto de mi hogar. En el salón, la familia burguesa hablando de los problemas sociales actuales mientras despotrica de mi decoración hogareña juvenil; el niño pequeño rayando mis discos y su hermana destrozando mis bambús mientras su madre vestida de runner ceñida mira entre visillos.

El tipo con cara de malote me estaría esperando en mi cuarto, sentado sobre la cama en posición erótica y olisqueando mi ropa interior; listo para saltar sobre mi frágil cuerpo. Y yo -dulce, impávida- solo gritaría y dejaría caer al suelo la bolsa de papel de la compra.

En el cuarto de estudio estaría la gigante cucaracha leyendo mis apuntes sobre Galdós y subrayándolos con fluorescentes amarillo –solo por molestar-. Parecería inofensiva -y no-, parecería simpática –tal vez-, podría pasar por un bicho asqueroso –seguro-. Yo le daría escobazos, pero su presencia repugnante solo me avocaría al vómito y el disgusto. 

Que alguien traiga mi chistera. Grité. Irán saliendo los conejos blancos uno a uno.

2 comentarios:

  1. decoracion hogareña juvenil?
    che....en serio !!!
    A las cosas que son feas ponles un poco de amor !!
    https://www.youtube.com/watch?v=ZEHFighIWbA

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  2. a ver, ¿no te gusta la construcción gramatical o no describe correctamente el hogar?

    alita de cucaracha...

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