A la ciudad, que ya respira intelectualidad por todas partes (multitud de librerías, tiendas de segunda mano, editoriales independientes, bohemia, cultura y más cultura), se le ha sumado la
Feria Internacional del Libro (20 de abril – 9 de mayo). Espectáculos, talleres, presentaciones de libros, cursos, actividades infantiles,
polémica de Vargas Llosa. Pero
eché de menos algo: las librerías pequeñitas, los libros antiguos, las ediciones lindas que hacen temblar tu cartera.
mmm quedan algunas de esas librerías en Baires!! Tienes que dejarte llevar por el olfato... cuando pasas por la entrada de una de ellas se percibe el olorcito a libros viejos!!!
ResponderEliminarSí, sí, Alma, me encanta ese olor y fue eso lo que eché de menos en la Feria; me pareció todo muy "best-seller".
ResponderEliminarBueno, llego a tu blog mil años después....pero sí, la Feria del Libro, es más comercial que otra cosa. Hace años que no voy, porque además se hace muy complicado en determinados días recorrerla, se llena de mucha gente que yo creo que durante el año ni lee, pero encuentran como el asunto cultural muy atrapante en esa fecha y ahí se apersonan. Los que leemos todo el año, quizá preferimos perdernos en librerías "de verdad".
ResponderEliminarCoincido contigo. Nada como una librería donde sientas que los que te atienden saben algo de literatura; esto no lo sentí en la Feria, todo muy impersonal, pero bueno, quería saber lo que era la Feria de BA.
ResponderEliminarP.D: No importa el tiempo, lo bueno es que has llegado!
Las ferias son puramente comerciales, no hay sitio para los típicos amantes de la literatura que buscan libros con carácter, personalidad, historia y hasta un olor propio. Sin embargo, cualquier excusa me parece válida para que la gente empiece a leer y sienta el escalofrío al abrir en casa su libro recién adquirido. Además, las ferias son una oportunidad perfecta para encontrarte en persona con tu escritor favorito, intercambiar algunas ideas, apretarle la mano. El mes pasado hubo feria de libro en Madrid a la que asisistí ilusionada y ansiosa por conocer las novedades en relatos de viajes y libros sobre Madrid. Conocí a tres grandes autores (a los que no hace falta hacer cola de 3 horas para decirles "Hola, soy una gran admiradora suya"), tuvimos tiempo para charlar, incluso intercambiar direcciones para seguir en contacto. Ha sido una experiencia maravillosa, así que defenderé la institución de la Feria y a los que no les gusta el mogollón, les recomiendo anticuarios ;)
ResponderEliminarIlla, nunca escribes, pero cuando te pones... Coincido contigo; por supuesto que hay que fomentar la lectura, acercar los libros al gran público y es por eso, por este acercamiento masivo, que se pierde el "sabor de lo pequeño". Para la gente con paladar literario, ver best-sellers amontonados es un delito, pero bien es cierto que no importa lo que se lea, lo importante es leer. Un profesor de la escuela siempre le decía a mi madre que los jóvenes debíamos de leer desde pequeños, daba igual el qué: un tebeo, una revista, ...leer, leer y leer para abrir la senda y luego ir sabiendo lo que te gusta y separar la paja del resto.
ResponderEliminarNo creo que haya literatura mala, lo peor, creo, e sla literatura que aburre, eso sí que es cuestionable.
Y, ¿a qué escritires conociste? quiero nombres!